El XXVIII Premio de Poesía Fray Luis de León recae en Daniel Cotta con 'Madrigal de las cerezas'

jueves, 09 de agosto de 2018

El jurado del XXVIII Premio de Poesía Fray Luis de León ha otorgado este año el primer premio al autor malagueño afincado en Córdoba Daniel Cotta, con el poema titulado ‘Madrigal de las cerezas’.

Dotado con 1.000 euros, el autor, que se ha presentado bajo el lema ‘Cerezas’, se ha alzado ganador entre los 164 trabajos que han concurrido al certamen literario que convoca el Ayuntamiento de Madrigal de las Altas Torres, en colaboración con la Diputación de Ávila.

De entre los trabajos presentados, tal como ha explicado el diputado de Cultura, Patrimonio, Juventud y Deporte, Eduardo Duque, se han preseleccionado 19. De ellos, el segundo premiado ha sido el soneto titulado ‘El chal medio abierto’, del que es autor Restituto Núñez Cobos, de Castellar de Santiago (Ciudad Real).

Asimismo, el jurado ha otorgado tres accésits que han ido a parar a Francisco Jiménez Carretero, de Albacete, con ‘Solamente fue un sueño’; Moisés Navarro Fernández, de Motril (Granada), con ‘Madrigal a una fotografía’, e Isidro Catela Marcos, de Salamanca, con ‘Mujer con alzheimer’.

El director de la Institución Gran Duque de Alba, Maximiliano Fernández, ha destacado de los poemas ganadores el hecho de que sean obras que, respetando la composición de los madrigales, introducen elementos novedosos en su estructura.

La entrega de los galardones se llevará a cabo en un acto que tendrá lugar en el Convento Agustino de Extramuros de Madrigal de las Altas Torres, el 25 de agosto, a las 21 horas, ha detallado la regidora madrigaleña, Ana Isabel Zurdo, quien ha recordado que en este inmueble falleció fray Luis de León el 23 de agosto de 1591.

‘Madrigal de las cerezas’

Se ve que eres de ciencias, no en tus besos,

sino en tu estilo de comer cerezas.

Agrupas tres a tres sus duros huesos

como un rompecabezas,

los alineas sobre el plato blanco,

igualas cada flanco,

ordenas, recolocas,

si ves asimetrías, las retocas;

y el fin no lo decreta tu apetito,

sino que el cuadro al fin esté bonito.

La misma precisión, el mismo esfuerzo

que empleas para el postre del almuerzo,

practicas en mi vida,

que vas juntando trozos,

cerrando huecos para cada herida,

cerrando y convirtiéndolas en gozos;

y forjando en el fondo

de todo mi quintal de quintaesencias,

un número redondo.

Admítelo. Se ve que eres de ciencias.

‘El chal medio abierto’

Por el chal de tu pecho medio abierto

se velan o desvelan sueños tales

que ya no sé si vuelan, si son puerto

o un juego con ficción de madrigales.

Por la red de tu piel rosada admiro

cómo en la primavera

una luna de abril lanza un suspiro

y te deja un color de miel y cera.

¡Ay, cómo se adivina

la alquimia sensual de esta quimera

si apuestas una baza adamantina!

Con tu chal medio abierto ondeando firme

hoy al fin me seduces

y una emoción de anís y aguamarina

llega para hechizarme y redimirme.

(…Porque el chal, medio abierto entre dos luces).